La XX Cumbre de Río celebrada en la ciudad de Santo Domingo el pasado 7 de marzo se convirtió en un evento que ha servido para renovar y refrescar los aires de integración y acercamiento entre los países Latinoamericanos y del Caribe, así como para el fortalecimiento de la credibilidad en foros internacionales como el Grupo de Río.
En un ejercicio caracterizado por la mas alta y distinguida diplomacia, los Jefes de Estado y sus respectivos cancilleres se lucieron mostrando lo más excelentes de sus cualidades como gobernantes de una región que se ha caracterizado ultimamente por sus desencuentros y diferencias.
En un ambiente de tensa cordialidad y trances difíciles, finalmente se logró el objetivo de superar el conflicto suscitado entre Colombia y Ecuador, al que se habían sumado luego Venezuela y Nicaragua.
Estrechando sus manos y con fuertes abrazos concluyó esta reunión que puede marcar el principio de una nueva era para nuestra región.
Cabe destacar la brillante actitud del Presidente Leonel Fernández en su discurso y labor mediadora.
Santo Domingo, con justa razón, se ganó el título de "ciudad de la paz"
En un ejercicio caracterizado por la mas alta y distinguida diplomacia, los Jefes de Estado y sus respectivos cancilleres se lucieron mostrando lo más excelentes de sus cualidades como gobernantes de una región que se ha caracterizado ultimamente por sus desencuentros y diferencias.
En un ambiente de tensa cordialidad y trances difíciles, finalmente se logró el objetivo de superar el conflicto suscitado entre Colombia y Ecuador, al que se habían sumado luego Venezuela y Nicaragua.
Estrechando sus manos y con fuertes abrazos concluyó esta reunión que puede marcar el principio de una nueva era para nuestra región.
Cabe destacar la brillante actitud del Presidente Leonel Fernández en su discurso y labor mediadora.
Santo Domingo, con justa razón, se ganó el título de "ciudad de la paz"