En un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo – BID con el apoyo de IKEY Research & Consultancy sobre la Situación de la Responsabilidad de la Empresa en las PyMEs de Latinoamérica y el Caribe se revela que una gran mayoría de PyMEs latinoamericanas realizan acciones y actividades ligadas con la RSE a pesar de su desconocimiento formal del concepto en muchos casos. No obstante, la Encuesta realizada muestra que sólo una pequeña parte de las empresas tiene un grado alto de implantación de estas actividades. Son precisamente las PyMEs más grandes, las manufactureras, las que cuentan con actividad exportadora y las que gozan de una buena situación económica las que presentan los mayores grados de implantación de la RSE.
Las PyMEs latinoamericanas priman la vertiente interna de la RSE (dirigida fundamentalmente hacia sus propios trabajadores y al buen funcionamiento de la empresa) sobre los aspectos externos (dirigidos a la comunidad) y los medioambientales, dato que muestra la importancia estratégica que para las PyMEs tienen los aspectos de gestión y de recursos humanos.
Los principales campos desarrollados corresponden a la conciliación trabajo-familia/igualdad de oportunidades, seguido por los de salud/bienestar de los trabajadores y su participación en la empresa.
Por contra, las actividades socialmente responsables de tipo externo tienen entre las PyMEs latinoamericanas un carácter predominantemente reactivo y esporádico, sin estar mayoritariamente incorporadas a la estrategia empresarial. Estas actividades responden más bien a razones de índole ética o religiosa y a un deseo de mejorar las relaciones con la comunidad y/o autoridades públicas, aunque las motivaciones de las PyMEs más grandes suelen ser menos altruistas y más ligadas con factores económicos y de promoción de la imagen/prestigio social de la empresa que potencian la competitividad empresarial. Las actividades concretas más desarrolladas son el apoyo a grupos desfavorecidos/marginados y a actividades educativas y formativas, en la mayoría de los casos a través de donaciones (monetarias o de bienes y servicios). De este modo, la principal barrera señalada por las PyMEs a la participación en actividades de RSE externa corresponde a la falta de recursos financieros, especialmente entre las más pequeñas.
Este perfil de actividades de RSE externa por las PyMEs latinoamericanas contrasta con el de sus homólogas europeas. En primer término, las latinoamericanas resultan ser proporcionalmente más activas (hasta un 51% de las PyMEs europeas no realizaron ninguna actividad de este tipo). El menor desarrollo relativo del Estado del Bienestar, junto con la mayor presencia de situaciones de pobreza y penuria en las sociedades latinoamericanas podría explicar el mayor compromiso de las PyMEs con sus comunidades. El tipo de actividades sociales llevadas a cabo así lo refleja, en comparación con el mayoritario apoyo a actividades deportivas en el caso de las PyMEs europeas. Así mismo, en términos de barreras, las PyMEs latinoamericanas señalan particularmente la falta de recursos financieros para estos fines, mientras que la falta de tiempo es mucho más relevante para las empresas europeas.
Una de cada dos PyMEs latinoamericanas encuestadas no desarrolla ningún tipo de actividades medioambientalmente responsables, muchas empresas consideran que no provocan ningún impacto medioambiental. En cualquier caso, cuando estas actividades sí existen, su carácter habitual y ligado a la estrategia empresarial es relativamente mayor que en las otras áreas de RSE. Las actividades medioambientales en las que las PyMEs latinoamericanas incursionan con mayor frecuencia aparecen centradas en programas de eficiencia en el consumo (agua, energía), lo que sitúa las consideraciones económicas como razón principal para el desarrollo de las mismas.
De cara al futuro, la mayoría de las PyMEs latinoamericanas prevén continuar realizando actividades de RSE internas en los próximos años, en una proporción más alta que en el caso de las actividades de RSE externa. También la mayor parte de las empresas con actividades medioambientales tiene previsto continuar e incluso incrementar su implicación a medio plazo. Sin embargo, la mayoría de las empresas inactivas en este terreno no tienen intención de iniciarse en prácticas de respeto al medio ambiente. En cualquier caso, las PyMEs son bastante sensibles a la existencia de una presión creciente de la sociedad que demanda cada vez más a las empresas un comportamiento social y medioambiental responsable.
Ver: http://www.iadb.org/csramericas/doc/PyMEs.pdf